martes, enero 29, 2008

Un mecanismo democrático para elegir al candidato de la Concertación


Por Marcelo Trivelli, precandidato presidencial
Primarias abiertas multipartido, multicandidato y por regiones

Espero que las cúpulas que nos llevaron a perder la mayoría en el Senado así lo entiendan y depositemos, de una vez por todas y sin miedo, las confianzas en la voluntad popular.

Llegó el momento de profundizar la democracia mediante primarias que se hagan cargo de los diferentes proyectos y liderazgos al interior de la Concertación de Partidos por la Democracia. De continuar tomando las decisiones a puertas cerradas seguiremos con el fraccionamiento de nuestro conglomerado, lo que implicará llegar divididos a la primera vuelta presidencial.

Desde que se formó la Concertación, se han buscado mecanismos participativos destinados a elegir al candidato presidencial. En 1993, los entonces precandidatos compitieron por lograr el mayor número de delegados a la Convención. En aquella primaria participamos los militantes y los adherentes inscritos con anterioridad en los partidos de la coalición. Luego, en 1999, la nominación del candidato único se definió en una primaria abierta para todos quienes no militaran en partidos opositores. En esas elecciones participamos un millón 150 mil personas, equivalente a casi 15% del total del electorado. Por último, en 2005, se acordó una primaria abierta con debates en las regiones.

Se aprecia que en la Concertación hemos ido profundizando la democracia en la elección del candidato presidencial con el pasar de las votaciones. Sin embargo, todas las señales que se reciben ahora de parte de quienes dirigen los partidos es que en esta oportunidad habrá un retroceso en cuanto a la participación. Si así ocurre, a muchos de nosotros nos estarán alejando de la Concertación.

Ha llegado la hora de profundizar la democracia para no seguir fragmentando nuestra coalición. Habemos un gran número de precandidatos presidenciales que representamos distintos tipos de proyectos y de liderazgos. Por ello, resulta obvio y urgente que definamos, lo antes posible, un mecanismo verdaderamente democrático para que nuestro conglomerado defina su candidato. En este marco, el desafío que he planteado desde 2004 es realizar primarias abiertas multipartidos y multicandidatos, región por región. Si no lo hacemos se estaría retrocediendo, como pareciera que algunos quieren. Cualquier mecanismo que signifique menos competencia y menos participación ciudadana, incentivará la competencia en primera vuelta.

Por eso digo: atrevámonos a seguir profundizado la democracia. Atrevámonos de una vez por todas a abrir mayores espacios de competencia, para que participen todos los proyectos y liderazgos que cohabitan en la Concertación y que sea la ciudadanía -y no las cúpulas partidarias- quien tome la decisión. Sólo si abrimos los partidos a la gente podremos aspirar a entusiasmar a las personas que en la actualidad no se sienten representados por los políticos tradicionales.

En Estados Unidos tenemos un buen ejemplo de primarias de verdad democráticas: partieron quince aspirantes a la Presidencia compitiendo por la nominación de sus respectivos partidos, donde candidatos como Barack Obama tienen posibilidades reales. Si la decisión hubiera sido cupular, Obama no estaría en carrera y el candidato sería el impuesto por el establishment. Si aprendiéramos de las buenas prácticas del mundo global, qué estimulante sería para Chile poder competir con Lagos, Eduardo Frei Ruiz-Tagle, José Miguel Insulza, Soledad Alvear y, por qué no, también con Fernando Flores o Adolfo Zaldívar.

En Chile, ya desde el Partido Socialista están respaldando la idea de un proceso de primarias y no de una decisión de cúpulas. Eso es justamente lo que quiero: avanzar siempre. Por eso les digo a mis amigos socialistas, vamos a una sola primaria, porque los problemas de la democracia se solucionan con más democracia. Las primarias abiertas multipartido, multicandidato, región por región, son una necesidad y mi compromiso es luchar para que la democracia, la competencia interna y la transparencia triunfen al interior de una Concertación que requiere aires nuevos y mayor cohesión.

Espero que las cúpulas que nos llevaron a perder la mayoría en el Senado así lo entiendan y depositemos, de una vez por todas y sin miedo, las confianzas en la voluntad popular.

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