lunes, octubre 15, 2007

Los volantines de septiembre

A continuación podrán leer una columna que escribí sobre el eterno problema de la calidad del aire en Santiago y la falta de compromiso político para solucionarlo.
A pesar de que esta columna la escribí hace ya algún tiempo, esperé para subirla hoy en el marco del Blog Action Day.

Espero que sea de su interés.



Los volantines de septiembre

Ver los volantines suspendidos en el cielo de Santiago es un espectáculo notable, pero desgraciadamente es una muy mala noticia para los santiaguinos: Comenzó a correr el viento en la cuenca de Maipo, se terminaron las preemergencia y alertas ambientales y ya nadie habla y se preocupa del tema. Sabemos entonces que no se hará nada durante los próximos siete meses y solamente comenzaremos a preocuparnos de nuevo en abril del próximo año. No nos engañemos, el 2008 será un año aun más difícil, ya que hemos ido retrocediendo en calidad del aire desde el año 2005.

La falta de voluntad política, la mano blanda en la fiscalización y la mediocridad con que se ha abordado este problema en los últimos años, me indigna y me motiva a luchar y a denunciar este hecho. Es inconcebible e inaceptable que llevemos tres años de empeoramiento de la calidad del aire y nadie haya levantado la voz ni tomado las riendas para hacer algo.

Son muchos los que en pleno invierno critican, alegan y denuncian el problema de la contaminación atmosférica. Pero misteriosamente cuando sopla el viento y esos problemas desaparecen de la agenda, ya nadie se preocupa y pareciera que el problema estuviera ya resuelto. Eso es aprovechar políticamente los problemas de las personas, esa es la hipocresía política que impera en nuestro país y que indigna a la ciudadanía.

Día a día nos va consumiendo la indiferencia, la desidia y la apatía en el servicio público, producto de la mediocridad que se ha instalado en la administración del Estado y en la política en general. Los que están hoy en el poder, pareciera que están más preocupados de poner a los amigos políticos en cargos públicos, en vez de solucionar los problemas que se viven a diario en el país. Se necesita de nuevos políticos, capaces de motivar y exigir el cumplimiento de metas acorde a la realidad nacional.

Respecto de la contaminación atmosférica, existen por lo menos tres temas pendientes que se pueden resolver si hubiera voluntad política antes del 2008:
Hay más de 2000 unidades de auto generación eléctrica con diesel que entran en funcionamiento desde mayo a septiembre, producto de la tarifa eléctrica de invierno. Hay que revisar el sistema tarifario de la electricidad, para fomentar el uso de energías limpias.
El sistema tributario que hoy nos rige, incentiva el uso de diesel en motores de combustión interna en vez de gasolina o gas. Tenemos que tener un sistema de impuestos que al menos sea neutral en términos ambientales. El de hoy es regresivo. No puede ser que fomentemos el combustible que más contamina.
Hay que tomar medidas en el sector del transporte de carga. Es cosa de ver los camiones viejos circulando por la ciudad. En este tema no ha habido voluntad política para normar este sector en los estándares que se necesitan.

Con el aire que entra a Santiago se elevan los volantines, se limpia el aire de la ciudad y se lleva todas las preocupaciones que con toda certeza volverán el próximo invierno.
Hay que atacar el problema de la contaminación siempre, es un enemigo que no da tregua, pero para poder hacer eso, hay que ponerse las pilas todo el año y no solo actuar cuando los problemas están sobre nosotros y ya nada se puede hacer.

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