miércoles, abril 09, 2008

Contra la decisión del TC y por la libertad de elegir


Ayer leí en el blog De la República una Carta Abierta a los Pre-Candidatos Presidenciales donde los firmantes nos llaman a rechazar la decisión del Tribunal Constitucional de prohibir la distribución de la Píldora del Día Después.

Ya en este espacio se había abierto la discusión y plantié que mi opinión es que la decisión del TC exacerva el machismo imperante en nuestra sociedad, ya que es un grupo de hombres, guiados por sus propias convicciones, los que deciden sobre la libertad de las familias de elegir un método anticonseptivo u otro.

Es por eso que firmé la propuesta y los invito a adherir también, porque es importante que la clase política y la ciudadanía tomen causas comunes frente a hechos indignantes como este.

Espero que esta iniciativa sea de su interés y contribuyan con su firma y sus comentarios.

1 comentario:

Begoña Jugo De Las Heras dijo...

Sr. Trivelli:

Recuerdo en este momento su desacierto al intentar arreglar la Alameda en tiempo record, lo que finalmente no resulto, porque aquel arreglo consistió en medidas “parches”, lo que produjo que finalmente la alameda quedara en peor estado y necesitó ser reparada de nuevo, con mayor aporte de recursos, tiempo, etc. Esta experiencia indica que hay situaciones que ameritan ser analizadas, debatidas y asimiladas con mayor profundidad y agudeza; tal es el caso de la tan aludida píldora. Se ha hablado en forma tan liviana de “libertad”, “derecho a decidir”, “retrocesos” " golpe a la democracia" y las mas diversas críticas al Tribunal Constitucional. Me parece pues, que no debemos quedarnos en los laureles invocando tales principios e ideales – por cierto absolutamente legítimos- sin considerar cual es realmente el asunto de fondo:
En cuanto al Tribunal Constitucional, desafortunadas son las críticas que se han hecho tales como "golpe a la democracia". -me parece que es de utilidad publica saber que el Tribunal Constitucional NO ES UN ORGANO DEMOCRATICO, sino que es contra mayoritario y está bien que así lo sea. Como verá, existen ciertos Derechos y Principios que deben ser protegidos, independiente de lo que piense la mayoría, para proteger así a las minorías y grupos más vulnerables.
Y por sobre todo, para proteger el contenido de la Constitución, es decir, dar cumplimiento a la real función de este Órgano.
Permítame esgrimir un ejemplo:
Imaginemos que en forma "democrática" tal como ustedes lo desean, en Chile se estableciera un día, que vamos a votar a ver si estamos de acuerdo con la homosexualidad o no, y en caso negativo, vamos a terminar con estas personas. Imagine ahora, hipotéticamente, que en Chile la mayoría de las personas son heterosexuales, y la mayoría no esta de acuerdo con la homosexualidad. Entonces, por voto mayoritario EN FORMA DEMOCRATICA.. ¿Vamos a terminar con los homosexuales? ¿Los vamos a matar? quizás podríamos votar ese aspecto también.
Le aseguro que en ese Caso, la intervención del Tribunal Constitucional, sería evitar esta acción, protegiendo así los derechos y garantías contenidos en la Constitución (derecho a la igualdad, no discriminación etc.) NO IMPORTANDO EN ABSOLUTO LO QUE PIENSE LA MAYORIA.
Es vital en un Estado de Derecho contar con un Órgano de esta naturaleza, para velar por los Derechos Fundamentales en forma real y objetiva.
El caso de ejemplo, es exactamente lo que esta ocurriendo, pero referido a otro derecho fundamental, el Derecho a la Vida. El Tribual pretende resguardar la vida de los no nacidos por mandato constitucional, ya que esta protección, va más allá de lo que piense la mayoría.
Puede plantear el ejemplo en los mas diversos casos: homicidio o pena de muerte a delincuentes? ¿ muerte a enfermos? a ancianos? que pensaría la mayoría en estos casos?
Seamos consientes de la vital función que cumple este Órgano, cuyo funcionamiento, ha sido objeto de una Reforma efectuada el año 2005, bajo un gobierno de su propia coalición, para que pueda tomarle el peso, y no desconocerlo ahora que no es tan conveniente.
Vamos ahora con el tema en cuestión:
Uno de los pilares de la Liberalidad y el Progresismo que Ud. Y sus filas tanto invocan, consiste en que “mi libertad termina donde empieza la del otro” es decir, mi Esfera de Autonomía es tal mientras no afecte a terceros. Pues bien, siguiendo con SU propia línea argumentativa, los asuntos sobre sexualidad, y planificación familiar, claramente son materias propias de la esfera de autonomía, ya que se están tomando decisiones sobre el propio cuerpo, que no afecta a terceros (salvas excepciones como delitos sexuales, etc. que por cierto no vienen la caso.) en este sentido, la Anticoncepción es un tema que cada persona podría decidir. (como la misma palabra lo indica: anti- concepcion= evitar la concepción). Sin embargo, uno de los posibles efectos de la píldora que nos convoca, es evitar la anidación del ovulo ya fecundado, lo que constituiría aborto, ya que impide que se siga desarrollando el nuevo ser humano YA CONCEBIDO. Este efecto, separa a la píldora del resto de la clasificación de métodos anticonceptivos, por lo que es fundamental no confundirlas. Y es en este caso de acción de la píldora, en que efectivamente se estaría afectando a un tercero: atentando contra la vida de un ser humano recién concebido e indefenso. Y según sus propios principios, y derechos humanos que tanto se han encargado de exigir – según veo SOLO en ciertos casos- se ven vulnerados.
Existe conciencia sobre los terribles padecimientos que algunas mujeres y familias deben sufrir, producto de complicaciones en esta materia: falta de recursos, problemas familiares de toda índole etc. Entonces, por que no nos preocupamos de dar apoyo real y efectivo a estas personas, especialmente mujeres y sus hijos, dándoles educación, mejor salud, y posibilidades de surgir, sin tener que matar a estos niños indefensos, lo que además de inhumano, constituye una solución PARCHE que como la historia – y su propia experiencia lo indica- a la larga producen perjuicios aún mayores. Me parece que la real solución es mucho más difícil, y es una tarea de todos: educación, dignificación y humanitarismo. (En vez de entregar una pastillita milagrosa sin ni siquiera otorgar información relevante al respecto, para eliminar el “”problema””). Creo que no me equivoco al pensar que no es sino esto el camino para que nuestro país sea realmente mejor.

Begoña Jugo De Las Heras