Domingo 3 de febrero de 2008
Marcelo Trivelli en medio de su viaje presidencial:
"Nunca he sido florero ni centro de mesa"
Combo uno a Soledad Alvear: "No soy un político de salón".
Marcelo Trivelli en medio de su viaje presidencial:
"Nunca he sido florero ni centro de mesa"
Combo uno a Soledad Alvear: "No soy un político de salón".
Puñete dos a Piñera: "No mira a los ojos cuando da la mano".
Manotazo tres a los que le critican su parafernálica y fallida repavimentación de la Alameda: "Si es lo único que me cargan... fantástico".
Bofetada cuatro a los que no lo aguantan en política: "Yo llego hasta diciembre del 2009".
Parado en el centro de la Plaza de la Constitución, Trivelli mira hacia el edificio de la Intendencia y, en una mezcla de recuerdo y jactancia, lanza su convencida respuesta de por qué varios varios jefes metropolitanos han debido salir de esa construcción en el último tiempo: "¡Es que ninguno me ha llegado a los talones!"
Pero Marcelo ya no observa mucho la oscura mole. Ahora, esos ojos protegidos por frondosas cejas canoso-oscuras apuntan al otro lado de la calle: La Moneda.
Trivelli no sólo exuda perfección en el arte de la verborrea, sino en el convencimiento personal de que sus sueños y convicciones son los de muchos otros. Muchos otros que, por alguna razón, por el momento no lo hacen aparecer en ninguna encuesta política.
Trivelli hasta el 2009
-Marcelo, ¿cuánto lleva de precandidato presidencial?
-Seis meses. Casi siete...
-¿Cuántas horas diarias dedica a su campaña?
-Seis, ocho horas. Y el día completo cuando estoy de gira.
-¿El resto?
-A la fundación y una que otra consulta en la empresa de asesoría Factor Estratégico, que comparto con otros tres socios.
-Sabrá más o menos cuánto ha gastado hasta el momento...
-Alrededor de 20 millones de pesos...
-¿Duele?
-Nooo... Es que es una decisión que tomamos a cuenta de ahorros familiares. Metimos la mano a un chanchito que estaba gordo de una vida de trabajo.
-¿Afecta que, tras tanto esfuerzos y gastos, ni siquiera aparezca en las encuestas?
-Es que no me interesa aparecer en las encuestas, ya que la elección no es este domingo. Mi interés es aparecer a partir de 2009.
-Por lo tanto, no se baja por lo menos hasta el año 2009...
-La única manera de frenarme es a través de un proceso democrático, primarias, multipartido, multicandidato, región por región, donde alguien me gane. Si no hay un proceso democrático, yo llego hasta diciembre de 2009.
-¿Por qué cree que no aparece en las encuestas?
-Porque nadie anda preocupado de quién va a ser el próximo Presidente de Chile. ¿O a ti te importa? No...
Sin vanidad
-¿Cuánto le dolió que el año 2004 la DC lo haya bajado como candidato a alcalde por Santiago?
-No me dolió, porque lo estaba pasando súper bien en la Intendencia. No fue un dolor, pero sí aprendizaje. Fui respetuoso con mi partido, con mi coalición y con mi gobierno. No como otros que se fueron por otro lado.
-Hoy tiene usted básicamente el mismo currículum político de 2004, cuando su partido lo bajó de la alcaldía por Santiago. ¿Qué ha cambiado o qué ha hecho usted en este tiempo para que ahora quiera ser Presidente de la República y no alcalde, diputado o senador?
-Porque llegué al convencimiento de que la Concertación y el proyecto país llamado transición se acabó en el éxito. Quiero tomar la posta de un proyecto inconcluso de la Presidenta Bachelet: cambio generacional, paritario y ciudadano.
-Bien, ¿pero por qué no ser alcalde, diputado o senador?
-Porque no estoy dispuesto a ser comparsa de líderes del pasado.
-¿Siendo Presidente se libera de la situación de ser comparsa?
-Obvio. Comparsa es el que sigue, no el que manda.
-¿No hay también una dosis importante de vanidad y ego en la decisión?
-Mmm, no. Se trata de un proyecto político, no de una ambición personal. No hay un tema de vanidad ni de voluntarismo.
-Pero no debe haber sido fácil para usted pasar de tener presencia casi diaria en los medios a convertirse en un personaje más bien secundario...
-Para nada. Nunca he sido florero ni centro de mesa. La popularidad me llegó a los 47 años. Quienes me conocen saben que soy bastante retraído. La presencia pública nunca fue mi objetivo de vida y tampoco lo es ahora.
Mal pavimento
-¿Ha participado alguna vez en competencia electoral?
-No, nunca. Ni siquiera presidente de curso.
-Y si nunca ha sido elegido, ¿por qué insiste en decir que conoce mejor que los políticos lo que la gente de verdad quiere?
-Porque he estado al lado de la gente. Porque mi formación de ingeniero es de terreno, de observar la realidad de manera directa y no a través de interminables conversaciones de salón. Nunca he estado en la corte de aduladores de nadie. Hoy la política es de clientelismo.
-¿Incluso en la DC?
-No sólo incluso, sino que quienes la lideran son los personajes de mi partido.
-¿Cuáles son las obras que Marcelo Trivelli puede exponer como logros de su gestión política? Y no me refiero a estilos o formas de hacer las cosas, sino a cuestiones concretas...
-Llamé a concurso público el año 2002. Fui el primero en presentar querella por los programas de empleo. Y también la eficiencia de mi gestión en el gobierno metropolitano. Me he adelantado a mi época.
-Pero aún le cargan responsabilidad por la paupérrima refacción que se hizo de la Alameda durante su gestión como intendente...
-Sí, bueno... qué bueno. Siendo responsabilidad de una empresa privada y, si es lo único que me cargan con los miles de millones que se invirtieron en la metropolitana... fantástico. La responsabilidad fue de la empresa que hizo mal el trabajo.
-¿Y no era responsabilidad suya haber fiscalizado como correspondía a la empresa encargada de las obras?
-Se revisó. Pero si el privado se quedó sin sierra para hacer la junta de dilatación es un problema del privado. Se alertó desde el día uno que habría problemas de terminación.
-Usted quiere primarias en la DC para definir el candidato presidencial. Pero usted fue generalísimo de Soledad Alvear cuando ésta compitió con Michelle Bachelet. ¿Quiere decir entonces que ahora se considera mejor opción que Alvear?
-Estoy convencido.
-¿Por qué?
-Pongámoslo en positivo: soy una persona que cree en la democracia siempre; no sólo cuando me conviene.
-Póngalo en negativo...
-No soy un político de salón.
Sueño de verano:
Trivelli Presidente
-¿A qué hora se levantaría?
-Como a las siete.
-Las tres leyes más urgentes que enviaría al Congreso...
-Inscripción automática y voto voluntario, rediseño de la división político-administrativa del país y una ley antidiscriminación.
-¿Quién sería un buen ministro del Interior?
-No lo he pensado, pero debiera ser un ex parlamentario moderno y eficiente.
-El mejor vocero para su gobierno sería...
-Enrique García sería un excelente vocero, pero no sé si aceptaría.
-¿Qué ministro de los que hay ahora se repetirían el plato en su futuro gabinete?
-Sergio Bitar es una persona buenísima...
-¿Cuál de los que están no estaría por ningún motivo?
-Es una respuesta odiosa. Es una manera elegante de entrar en la coyuntura.
-Pero usted asegura que va de frente y dice lo que piensa...
-Sí digo lo que pienso, ¿pero para qué me fuerzas a una odiosidad?
-¿Habría personeros de derecha en su gabinete?
-No tendría problema.
-¿Habría aceptado las peticiones de la "Chepa" para deponer la huelga de hambre?
-Sí, por supuesto.
-¿Hubiese publicado un informativo gubernamental?
-Hay mejores maneras de comunicar. Es de otra época, del siglo XX.
-¿Por qué Trivelli sería mejor Presidente que Piñera?
-Porque de verdad soy de centro, porque de verdad soy cristiano progresista y porque respeto la dignidad de las personas. Piñera no mira a los ojos cuando da la mano.
Sus diferencias con Soledad Alvear: "Soy una persona que cree en la democracia siempre, no sólo cuando me conviene. No soy un político de salón".
Alameda mal arreglada: "Si es lo único que me cargan con los miles de millones que se invirtieron en la metropolitana... fantástico".
Manotazo tres a los que le critican su parafernálica y fallida repavimentación de la Alameda: "Si es lo único que me cargan... fantástico".
Bofetada cuatro a los que no lo aguantan en política: "Yo llego hasta diciembre del 2009".
Parado en el centro de la Plaza de la Constitución, Trivelli mira hacia el edificio de la Intendencia y, en una mezcla de recuerdo y jactancia, lanza su convencida respuesta de por qué varios varios jefes metropolitanos han debido salir de esa construcción en el último tiempo: "¡Es que ninguno me ha llegado a los talones!"
Pero Marcelo ya no observa mucho la oscura mole. Ahora, esos ojos protegidos por frondosas cejas canoso-oscuras apuntan al otro lado de la calle: La Moneda.
Trivelli no sólo exuda perfección en el arte de la verborrea, sino en el convencimiento personal de que sus sueños y convicciones son los de muchos otros. Muchos otros que, por alguna razón, por el momento no lo hacen aparecer en ninguna encuesta política.
Trivelli hasta el 2009
-Marcelo, ¿cuánto lleva de precandidato presidencial?
-Seis meses. Casi siete...
-¿Cuántas horas diarias dedica a su campaña?
-Seis, ocho horas. Y el día completo cuando estoy de gira.
-¿El resto?
-A la fundación y una que otra consulta en la empresa de asesoría Factor Estratégico, que comparto con otros tres socios.
-Sabrá más o menos cuánto ha gastado hasta el momento...
-Alrededor de 20 millones de pesos...
-¿Duele?
-Nooo... Es que es una decisión que tomamos a cuenta de ahorros familiares. Metimos la mano a un chanchito que estaba gordo de una vida de trabajo.
-¿Afecta que, tras tanto esfuerzos y gastos, ni siquiera aparezca en las encuestas?
-Es que no me interesa aparecer en las encuestas, ya que la elección no es este domingo. Mi interés es aparecer a partir de 2009.
-Por lo tanto, no se baja por lo menos hasta el año 2009...
-La única manera de frenarme es a través de un proceso democrático, primarias, multipartido, multicandidato, región por región, donde alguien me gane. Si no hay un proceso democrático, yo llego hasta diciembre de 2009.
-¿Por qué cree que no aparece en las encuestas?
-Porque nadie anda preocupado de quién va a ser el próximo Presidente de Chile. ¿O a ti te importa? No...
Sin vanidad
-¿Cuánto le dolió que el año 2004 la DC lo haya bajado como candidato a alcalde por Santiago?
-No me dolió, porque lo estaba pasando súper bien en la Intendencia. No fue un dolor, pero sí aprendizaje. Fui respetuoso con mi partido, con mi coalición y con mi gobierno. No como otros que se fueron por otro lado.
-Hoy tiene usted básicamente el mismo currículum político de 2004, cuando su partido lo bajó de la alcaldía por Santiago. ¿Qué ha cambiado o qué ha hecho usted en este tiempo para que ahora quiera ser Presidente de la República y no alcalde, diputado o senador?
-Porque llegué al convencimiento de que la Concertación y el proyecto país llamado transición se acabó en el éxito. Quiero tomar la posta de un proyecto inconcluso de la Presidenta Bachelet: cambio generacional, paritario y ciudadano.
-Bien, ¿pero por qué no ser alcalde, diputado o senador?
-Porque no estoy dispuesto a ser comparsa de líderes del pasado.
-¿Siendo Presidente se libera de la situación de ser comparsa?
-Obvio. Comparsa es el que sigue, no el que manda.
-¿No hay también una dosis importante de vanidad y ego en la decisión?
-Mmm, no. Se trata de un proyecto político, no de una ambición personal. No hay un tema de vanidad ni de voluntarismo.
-Pero no debe haber sido fácil para usted pasar de tener presencia casi diaria en los medios a convertirse en un personaje más bien secundario...
-Para nada. Nunca he sido florero ni centro de mesa. La popularidad me llegó a los 47 años. Quienes me conocen saben que soy bastante retraído. La presencia pública nunca fue mi objetivo de vida y tampoco lo es ahora.
Mal pavimento
-¿Ha participado alguna vez en competencia electoral?
-No, nunca. Ni siquiera presidente de curso.
-Y si nunca ha sido elegido, ¿por qué insiste en decir que conoce mejor que los políticos lo que la gente de verdad quiere?
-Porque he estado al lado de la gente. Porque mi formación de ingeniero es de terreno, de observar la realidad de manera directa y no a través de interminables conversaciones de salón. Nunca he estado en la corte de aduladores de nadie. Hoy la política es de clientelismo.
-¿Incluso en la DC?
-No sólo incluso, sino que quienes la lideran son los personajes de mi partido.
-¿Cuáles son las obras que Marcelo Trivelli puede exponer como logros de su gestión política? Y no me refiero a estilos o formas de hacer las cosas, sino a cuestiones concretas...
-Llamé a concurso público el año 2002. Fui el primero en presentar querella por los programas de empleo. Y también la eficiencia de mi gestión en el gobierno metropolitano. Me he adelantado a mi época.
-Pero aún le cargan responsabilidad por la paupérrima refacción que se hizo de la Alameda durante su gestión como intendente...
-Sí, bueno... qué bueno. Siendo responsabilidad de una empresa privada y, si es lo único que me cargan con los miles de millones que se invirtieron en la metropolitana... fantástico. La responsabilidad fue de la empresa que hizo mal el trabajo.
-¿Y no era responsabilidad suya haber fiscalizado como correspondía a la empresa encargada de las obras?
-Se revisó. Pero si el privado se quedó sin sierra para hacer la junta de dilatación es un problema del privado. Se alertó desde el día uno que habría problemas de terminación.
-Usted quiere primarias en la DC para definir el candidato presidencial. Pero usted fue generalísimo de Soledad Alvear cuando ésta compitió con Michelle Bachelet. ¿Quiere decir entonces que ahora se considera mejor opción que Alvear?
-Estoy convencido.
-¿Por qué?
-Pongámoslo en positivo: soy una persona que cree en la democracia siempre; no sólo cuando me conviene.
-Póngalo en negativo...
-No soy un político de salón.
Sueño de verano:
Trivelli Presidente
-¿A qué hora se levantaría?
-Como a las siete.
-Las tres leyes más urgentes que enviaría al Congreso...
-Inscripción automática y voto voluntario, rediseño de la división político-administrativa del país y una ley antidiscriminación.
-¿Quién sería un buen ministro del Interior?
-No lo he pensado, pero debiera ser un ex parlamentario moderno y eficiente.
-El mejor vocero para su gobierno sería...
-Enrique García sería un excelente vocero, pero no sé si aceptaría.
-¿Qué ministro de los que hay ahora se repetirían el plato en su futuro gabinete?
-Sergio Bitar es una persona buenísima...
-¿Cuál de los que están no estaría por ningún motivo?
-Es una respuesta odiosa. Es una manera elegante de entrar en la coyuntura.
-Pero usted asegura que va de frente y dice lo que piensa...
-Sí digo lo que pienso, ¿pero para qué me fuerzas a una odiosidad?
-¿Habría personeros de derecha en su gabinete?
-No tendría problema.
-¿Habría aceptado las peticiones de la "Chepa" para deponer la huelga de hambre?
-Sí, por supuesto.
-¿Hubiese publicado un informativo gubernamental?
-Hay mejores maneras de comunicar. Es de otra época, del siglo XX.
-¿Por qué Trivelli sería mejor Presidente que Piñera?
-Porque de verdad soy de centro, porque de verdad soy cristiano progresista y porque respeto la dignidad de las personas. Piñera no mira a los ojos cuando da la mano.
Sus diferencias con Soledad Alvear: "Soy una persona que cree en la democracia siempre, no sólo cuando me conviene. No soy un político de salón".
Alameda mal arreglada: "Si es lo único que me cargan con los miles de millones que se invirtieron en la metropolitana... fantástico".
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