miércoles, diciembre 19, 2007

Reglamento para aplicar la Ley de Violencia en los Estadios

A continuación les dejo una columna publicada hoy en La Segunda, en la que doy cuenta de la necesidad de devolver la paz a los estadios.
El último partido entre Colo Colo y la Universidad de Chile despertó una vez más la discusión sobre la necesidad de una nueva Ley de Violencia en los Estadios. Sin embargo, el reglamento que elaboramos, en 2004 cuando yo aún estaba en la Intendencia, para poder aplicar la actual Ley, sigue durmiendo en algún cajón de La Moneda.
La entrega de ese mismo documento fue el motivo de mi reunión con el ministro Francisco Vidal hoy en la mañana, del que pueden tener más información en el posteo anterior a este.

Espero que la columna sea de su interés.



Santiago, 18 de Diciembre de 2007


El reglamento de la Ley de Violencia en los Estadios duerme en La Moneda



Una vez más presenciamos cómo un grupo de vándalos atentó contra el clásico Colo-Colo y Universidad de Chile. Desde la “barra” de Los de Abajo se lanzaron piedras y trozos de tablones de la galería a la cancha, motivando que el partido se diera por finalizado, ante la amenaza de la integridad física de los jugadores y del público asistente que iba a gozar de un espectáculo. Felicitaciones al árbitro Osses por esa decisión.

Como siempre después de estos hechos, surge la necesidad de una nueva Ley de Violencia en los Estadios. En ese marco, en la Intendencia, el año 2004, llegamos a la conclusión de que el mejor camino para combatir esos actos asociados al fútbol era la elaboración de un Reglamento para la actual Ley de Violencia en los Estadios. Así fue como, justo antes de dejar el cargo y luego de varios meses de trabajo lo dejamos listo (trabajo interinstitucional), para que el Ministerio del Interior lo enviara a la Contraloría General de la República, para su toma de razón. El Reglamento sigue ahí, guardado en algún cajón de La Moneda sin ser aprobado.

Pareciera que el Gobierno sólo funciona bajo presión, lo que claramente hace imposible adelantarse a las crisis y únicamente responder sin mayor eficacia y eficiencia a los problemas que se presentan.

A mi juicio, lo que ha faltado en el Gobierno ha sido una real y concreta voluntad política para acabar con la violencia en los estadios. Ha faltado también coraje para enfrentar estas verdaderas mafias al interior de las barras.

El día 24 de octubre del 2006 me reuní con el Subsecretario del Interior Felipe Harboe y le hice entrega del Reglamento, para que pusiera en marcha su aprobación. Si hoy lo tuviéramos aprobado, se podría hacer valer la Ley de Violencia en los Estadios y las autoridades actuales no estarían ahora proponiendo una nueva ley. Tendríamos una autoridad que podría exigir a todos los actores medidas reales y eficaces y sancionarlas en caso de incumplimientos. Con ello, hoy podríamos gozar de eventos deportivos organizados profesionalmente.

Hago un llamado a no caer en el populismo legislativo, que despacha nuevas leyes que finalmente no solucionan los problemas. Atrevámonos a erradicar la violencia de los estadios. Atrevámonos a castigar penalmente a los mafiosos disfrazados de barristas. Atrevámonos a limpiar de verdad el fútbol.

Lo que necesitamos no es una nueva ley que será difícil de aplicar, como sucede con la actual Ley de Violencia en los Estadios. Lo que necesitamos es aprobar el Reglamento para perseguir a los culpables y hacer valer la Ley.




Marcelo Trivelli Oyarzún
Precandidato presidencial



3 comentarios:

El tábano dijo...

Marcelo: Lo felicito por poner sobre la mesa un interés real y genuino respecto de un tema que nos preocupa a tantos. De haber tomado razón Contraloría del Reglamento y, por lo tanto haberse puesto en vigencia, no sé si hubiésemos derrotado definitivamente la violencia en los espectáculos deportivos, pero sí puedo asegurar que estaríamos en mejores condiciones respecto al tema, que como hoy estamos. Saludos y si requiere colaboración en la materia de cómo enfrentar el problema de la violencia en los espectáculos deportivos, encantado estaría de cooperar.

Marcelo Trivelli dijo...

Hola "tábano", muchas gracias por el comentario y la oferta de apoyo.
Si te interesa, escríbeme un mail a videopinion@gmail.com para poder ponernos en contacto.

Saludos,

Marcelo Trivelli

Horacio Bluhr dijo...

¿MANO DURA? O castigo efectista y arbitrario.

Que Vergüenza la determinación tomada en contra de los hinchas de la U. de Chile. Es más, es una medida inédita en la historia del fútbol chileno; casos incluso mucho más aberrantes no han sido castigados de esta manera. Sancionar con la no entrada de toda su parcialidad en dos encuentros, ¿por qué ahora y con tanta facilidad? Lo menos que se piensa por parte del hincha de la U es: ¿hay una particular fijación con nuestra institución, o existe un fuero permanente para otros casos reincidentes?

En 1994 en el en el Estadio Nacional, un sector de la “Garra Blanca” durante el clásico, rompió tablones, quemaron parte de la pista sintética junto con agredir a Carabineros. Esta situación no ha sido aislada dentro de la hinchada de Colo Colo, se han visto durante estos años, innumerables hechos graves de violencia dentro de su barra brava, la que hasta hoy conserva el turbio privilegio de entradas gratuitas que debe terminar en todos los clubes.

Es de amplio conocimiento público que dos de sus líderes fueron captados por la televisión mientras se acuchillaban en una muestra comprobable de foco delictivo dentro de su galería. Las excusas frente a esta situación para alejar al club de los hechos, fue que los implicados pasaron a la justicia ordinaria, de acuerdo a la legislación general. El costo a la institución alba fue inexistente, dicho sea de paso, uno de los implicados era funcionario del club y además ambos “barristas”, gozaban de variados beneficios por parte de la dirigencia.

Posteriormente, en un clásico con la U. de Chile, el jugador Nelson Pinto, fue alcanzado por un proyectil en su cabeza, situación que se reiteró frente al elenco argentino Gimnasia y Esgrima de la Plata el año recién pasado, ya con la dirigencia de Blanco y Negro S.A. De forma muy "astuta" el presidente de la institución, ofreció un millón de pesos para quien denunciara al responsable. Sólo se cambio de estadio por dos fechas.

Luego del bullado incidente que tenía implicancias internacionales por lo demás, no se castigó a nadie, y la oferta del directivo no fue más que un volador de luces. ¿Bastaría entonces que ahora la dirigencia de Azul Azul, ofreciera un millón de pesos reajustado por IPC, para conseguir que sólo sea cambiado el reciento?

Días atrás un periodista hablando acerca de la apelación de la directiva de Universidad de Chile, llamaba a “pensarlo dos veces” porque podía aumentar el castigo, en una intención que llamaba a la gente de la “U” a que se resignara y simplemente entendiera que no podría asistir al estadio. Bravo más allá del aporte a un campeonato pésimamente establecido, que hacemos semana a semana pagando nuestra entrada, y nuestras cuotas de socio, debemos aceptar pasivamente ser sancionados.

Ejercer el derecho de apelar a una medida inédita, es al menos lógico ya que habla de un nuevo rumbo en la lectura de las situaciones que dañan al fútbol, yo personalmente necesito mayor información (junto con conocer la profesionalidad de quienes las toman), ya que si el tribunal de penas de la ANFP puede sancionar de manera ilimitada en relación al fútbol, entonces, que viene mañana… perder campeonatos por desordenes que no han sabido ellos manejar.

El entorno además es sumiso respecto al manejo del tema. Estamos en un país republicano y esperamos, y creemos o queremos creer que no hay una sentencia preestablecida por el hecho de ser la “U” un equipo percibido como de una convocatoria a cualquier precio. Sí tenemos una pasión que es difícil comprender, pero no da para esperar pisoteos arbitrarios.

El punto es: quieren ver a los hinchas verdaderos de Universidad de Chile relegados a normas ilógicas, que sólo demuestran la incapacidad de manejar el tema de la violencia por parte de las autoridades. O la intención es que exista sólo un equipo, para alegrar al “pueblo”. Lo peor de todo, ¿somos acaso conejillos de india en disposiciones aleatorias?

Esto no se trata desde que hinchada surja la violencia, ya que los delincuentes se presentan en toda acto masivo, no sólo en el fútbol, esto no sólo pasa en los estadios; pasa en el centro de Santiago cuando hay marchas, en las poblaciones, e incluso en el entorno de fiestas de jóvenes de clase acomodada.

En relación al fútbol, se debe fiscalizar al menos de manera clara, informada y consistente a través del tiempo, no con medidas efectistas de un día. Ya fuimos bastante pisoteados en tiempos de dictadura, y nunca dejamos de seguir al club toda la vida.

Es como para desalentarse con la poca seriedad y mala intención, con que tratan a un club tan arraigado en nuestra cultura; si quieren ver a todos en el mall viendo el partido por cable como zombis, es mejor que sigan en conversaciones con el CDF...