Dejo con ustedes una nota aparecida ayer 28 de agosto en el diario digital "El Mostrador" que demuestra el compromiso que tengo con el medioambiente junto a otros miembros de mi partido. Apoyamos fuertemente la carta pastoral del agua escrita por el obispo de Aysen, Luís Infanti, por que es un tema prioritario para las personas y que la clase política a pusto al servicio de la economía.
Para que esto no quede en sólo palabras los invito a tomar parte del Movimiento Patagonia Sin Represas (http://www.patagoniasinrepresas.cl/final/), organización ciudadana la cual apoyo hace bastantes tiempo. Unansé en la defensa de nuestro entorno natural y hagamos de Chile un país con una mejor calidad de vida para todos y todas.
Nota aparecida en
http://www.elmostrador.cl/modulos/noticias/constructo/noticia_nueva.asp?id_noticia=256367
Para que esto no quede en sólo palabras los invito a tomar parte del Movimiento Patagonia Sin Represas (http://www.patagoniasinrepresas.cl/final/), organización ciudadana la cual apoyo hace bastantes tiempo. Unansé en la defensa de nuestro entorno natural y hagamos de Chile un país con una mejor calidad de vida para todos y todas.
Nota aparecida en
http://www.elmostrador.cl/modulos/noticias/constructo/noticia_nueva.asp?id_noticia=256367
28 de Agosto de 2008
Aboga por la nacionalización del agua
Aboga por la nacionalización del agua
La política medioambiental del obispo de Aisén impacta en la DC
El documento Carta Pastoral del Agua, elaborado por Luis Infanti, cuenta con el absoluto respaldo de algunos falangistas, partido históricamente vinculado a la Iglesia Católica. En conversación con El Mostrador.cl Marcelo Trivelli, Mariano Ruiz Esquide y Gabriel Silber comentan la importancia de que su colectividad haga suya la visión del prelado y constate la urgencia de “pronunciarse claramente” frente al proyecto Hidroaysén.
Claudia Urquieta Chavarría
Claudia Urquieta Chavarría
El fuego que el obispo de Aisén, Luis Infanti, buscaba prender con la “Carta Pastoral del Agua” que presentó el martes en Coyhaique junto al mítico teólogo de la Liberación Leonardo Boff, ya ha empezado a tener eco en el mundo político. Y ha calado hondo en algunos demócratas cristianos.
Los falangistas que comulgan con los planteamientos del sacerdote, que plantea una mirada ético religiosa del tema medioambiental, cuestionando duramente el modelo económico que ha permitido la “venta” de los recursos naturales nacionales, especialmente del agua, se sienten plenamente identificados. Y ven en esta “cruzada verde de la Iglesia”, que incluye a sacerdotes y religiosas de varios puntos del país, un referente a seguir, tal como ocurrió con la lucha contra las violaciones de los derechos humanos que lideró la Iglesia en los años 70’ y 80’.
En este sentido, para el senador Mariano Ruiz Esquide, la nueva bandera de lucha asumida por un sector de la Iglesia, es absolutamente comprensible, ya que “para la doctrina cristiana no hay nada más sagrado que la naturaleza como parte del encuentro del ser humano para desarrollar el mundo. Y en las enseñanzas teóricas no hay nada más ecologista que la visión cristiana de la vida”.
Y recuerda que no es la primera vez que el mundo eclesiástico toma el toro por las astas a la hora de liderar cambios sociales. La apuesta del otrora obispo de Talca, Manuel Larraín, en la reforma agraria, o la férrea defensa de los derechos humanos durante la dictadura militar lideradas por el Cardenal Raúl Silva Henríquez y tantos otros, irían en la misma línea de esta nueva lucha del mundo católico.
“Cuando se necesitó una voz fuerte para señalar que estamos en una sociedad materialista y burguesa, fue Monseñor (Alejandro) Goic, como representante de la Conferencia Episcopal, el que habló del sueldo ético. Y ahora que el ansia de dinero en nuestro país está arrasando con la naturaleza son ellos los que salen con fuerza moral a defender lo que es la esencia de nuestros recursos naturales”, detalla el parlamentario. Por eso considera “espectacular” la iniciativa de Infanti, a la que le da todo su respaldo.
Y no es el único. Marcelo Trivelli, precandidato en la carrera presidencial, opina que la política debería mantener un diálogo abierto con los representantes eclesiásticos, ya que asegura que para cualquier tendencia política la Iglesia es una fuerza ética y moral que tiene impacto.
Por eso, también, señala Trivelli, la postura liderada por el obispo del sur “no puede quedar en una carta pastoral. Hay que llevarlo a acciones políticas y públicas”. Además cuenta que, junto a otros falangistas, como Andrés Palma, Gabriel Ascencio y Osvaldo Artaza, coinciden en la necesidad de poner en la agenda política el tema medioambiental, “sobre todo porque tenemos historia en la constitucionalidad medioambiental, pero vemos cómo nuestro partido se ha ido alejando de ello”.
Y reconoce una clara diferencia con las otras cartas presidenciales de su colectividad: la timonel Soledad Alvear y el ex presidente Eduardo Frei, fuerte impulsor de la construcción de Ralco en el Alto Bío Bío.
“El tema medioambiental simplemente no está en la agenda de la directiva de la DC, ni ha habido espacio de conversación de los problemas relacionados con esto que aquejan a Chile. Pero esto es extensivo a toda la Concertación, que en general está al servicio de la economía y no de las personas”, recalca Trivelli.
Para el diputado Gabriel Silber y miembro de la bancada verde, es necesario que la DC esté presente en estos temas. Pero asegura que “no he visto una posición marcada en términos de defender la riqueza hídrica y de ese punto de vista tenemos que pronunciarnos claramente sobre Hidroaysén. Hemos sido muy pocas voces las que nos hemos levantado en esta materia”.
Por eso, considera que deberían unirse a la cruzada medioambiental liderada por Infanti, convirtiéndola en un tema del Consejo Nacional de su tienda.
La nacionalización del agua
Como bien lo dice el título de la carta del obispo de Aisén, el agua es la protagonista de su cruzada. Y también la nacionalización del vital elemento.
En este sentido, Ruiz Esquide, Trivelli y Silber concuerdan con esta postura y abogan por la necesidad de que se haga una modificación del Código de Aguas, que ha permitido que la gran mayoría de los derechos de agua sean manejados por grupos extranjeros, como Endesa.
De hecho, está en carpeta y esperando ser enviado al Senado, un plan de reforma constitucional que apunta precisamente a nacionalizar el recurso hídrico, lo que ha sido firmado por senadores de diversas tendencias, como Ruiz Esquide y Guido Girardi (PPD).
“El agua debe volver a manos del Estado tal como estuvo hasta la década del 80. En eso coincidimos plenamente con el obispo Infanti, porque lo que se hizo fue regalar derechos de agua junto con la privatización de las eléctricas”, concluye el ex intendente de la Región Metropolitana.
Los falangistas que comulgan con los planteamientos del sacerdote, que plantea una mirada ético religiosa del tema medioambiental, cuestionando duramente el modelo económico que ha permitido la “venta” de los recursos naturales nacionales, especialmente del agua, se sienten plenamente identificados. Y ven en esta “cruzada verde de la Iglesia”, que incluye a sacerdotes y religiosas de varios puntos del país, un referente a seguir, tal como ocurrió con la lucha contra las violaciones de los derechos humanos que lideró la Iglesia en los años 70’ y 80’.
En este sentido, para el senador Mariano Ruiz Esquide, la nueva bandera de lucha asumida por un sector de la Iglesia, es absolutamente comprensible, ya que “para la doctrina cristiana no hay nada más sagrado que la naturaleza como parte del encuentro del ser humano para desarrollar el mundo. Y en las enseñanzas teóricas no hay nada más ecologista que la visión cristiana de la vida”.
Y recuerda que no es la primera vez que el mundo eclesiástico toma el toro por las astas a la hora de liderar cambios sociales. La apuesta del otrora obispo de Talca, Manuel Larraín, en la reforma agraria, o la férrea defensa de los derechos humanos durante la dictadura militar lideradas por el Cardenal Raúl Silva Henríquez y tantos otros, irían en la misma línea de esta nueva lucha del mundo católico.
“Cuando se necesitó una voz fuerte para señalar que estamos en una sociedad materialista y burguesa, fue Monseñor (Alejandro) Goic, como representante de la Conferencia Episcopal, el que habló del sueldo ético. Y ahora que el ansia de dinero en nuestro país está arrasando con la naturaleza son ellos los que salen con fuerza moral a defender lo que es la esencia de nuestros recursos naturales”, detalla el parlamentario. Por eso considera “espectacular” la iniciativa de Infanti, a la que le da todo su respaldo.
Y no es el único. Marcelo Trivelli, precandidato en la carrera presidencial, opina que la política debería mantener un diálogo abierto con los representantes eclesiásticos, ya que asegura que para cualquier tendencia política la Iglesia es una fuerza ética y moral que tiene impacto.
Por eso, también, señala Trivelli, la postura liderada por el obispo del sur “no puede quedar en una carta pastoral. Hay que llevarlo a acciones políticas y públicas”. Además cuenta que, junto a otros falangistas, como Andrés Palma, Gabriel Ascencio y Osvaldo Artaza, coinciden en la necesidad de poner en la agenda política el tema medioambiental, “sobre todo porque tenemos historia en la constitucionalidad medioambiental, pero vemos cómo nuestro partido se ha ido alejando de ello”.
Y reconoce una clara diferencia con las otras cartas presidenciales de su colectividad: la timonel Soledad Alvear y el ex presidente Eduardo Frei, fuerte impulsor de la construcción de Ralco en el Alto Bío Bío.
“El tema medioambiental simplemente no está en la agenda de la directiva de la DC, ni ha habido espacio de conversación de los problemas relacionados con esto que aquejan a Chile. Pero esto es extensivo a toda la Concertación, que en general está al servicio de la economía y no de las personas”, recalca Trivelli.
Para el diputado Gabriel Silber y miembro de la bancada verde, es necesario que la DC esté presente en estos temas. Pero asegura que “no he visto una posición marcada en términos de defender la riqueza hídrica y de ese punto de vista tenemos que pronunciarnos claramente sobre Hidroaysén. Hemos sido muy pocas voces las que nos hemos levantado en esta materia”.
Por eso, considera que deberían unirse a la cruzada medioambiental liderada por Infanti, convirtiéndola en un tema del Consejo Nacional de su tienda.
La nacionalización del agua
Como bien lo dice el título de la carta del obispo de Aisén, el agua es la protagonista de su cruzada. Y también la nacionalización del vital elemento.
En este sentido, Ruiz Esquide, Trivelli y Silber concuerdan con esta postura y abogan por la necesidad de que se haga una modificación del Código de Aguas, que ha permitido que la gran mayoría de los derechos de agua sean manejados por grupos extranjeros, como Endesa.
De hecho, está en carpeta y esperando ser enviado al Senado, un plan de reforma constitucional que apunta precisamente a nacionalizar el recurso hídrico, lo que ha sido firmado por senadores de diversas tendencias, como Ruiz Esquide y Guido Girardi (PPD).
“El agua debe volver a manos del Estado tal como estuvo hasta la década del 80. En eso coincidimos plenamente con el obispo Infanti, porque lo que se hizo fue regalar derechos de agua junto con la privatización de las eléctricas”, concluye el ex intendente de la Región Metropolitana.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario