El domingo 26 de octubre terminó la campaña municipal y podremos volver a preocuparnos de los problemas que, como país, realmente son importantes y los que verdaderamente afectan a las personas. Este es el momento en el que tenemos que preocuparnos de la economía, para analizar cómo podemos enfrentar la crisis mundial y cómo podemos prevenir que se generen otras.
A estas alturas, sabemos muy bien que la principal causa de la crisis económica, fue el terrorismo especulativo que predomina en el sistema financiero estadounidense. En otras palabras, esta crisis se debió a la irresponsabilidad de los especuladores financieros que intentaron generar ganancias millonarias a costa de poner en el mercado títulos financieros que estaban contaminados.
¿Qué podemos hacer para detener el terrorismo especulativo y así evitar este tipo de crisis?
La respuesta no está en el mercado, está en la política. Porque es mentira que el mercado se regula así mismo. Es mentira que el mercado por si solo es la base de un desarrollo sustentable. Y es mentira, que el mercado se comporta siempre de manera racional.
Entonces, el Estado y la política, deben ser los encargados de regular y poner límites al mercado. Es vital abordar un sistema agotado por una alta concentración del poder y una frágil participación pública si queremos evitar futuras crisis. Las medidas adoptados por el Primer Ministro de Inglaterra Gordon Brown, son una señal política de que el Estado se compromete con el sistema, pero que no están dispuestos a ser subsidiarios, sino que serán nuevamente actores sociales.
Objetivamente, si la crisis se quedara únicamente en el sector financiero, los efectos sociales serían menores. Sin embargo, estamos viendo en nuestro país como el sector privado ya está postergando decisiones de inversión. Un sector como los compradores de vivienda están esperando ver qué pasa con las tasas de interés y el sector bancario ya ha restringido los créditos a pequeños y medianos empresarios, con la consiguiente disminución de la actividad económica y el posterior desempleo en que los más perjudicados sean los trabajadores y asalariados.
A agrandes rasgos se estima que esta crisis financiera una vez que se traspase al mundo real, producirá alrededor de unos 20 millones de desempleados en todo el orbe.
1 comentario:
Efectivamente el terrorismo especulativo ha sido el responsable de la actual crisis. No debemos de dejar de realizar ningún esfuerzo para diminuir su imparto en el aconomía real.
Soy ferviente partidario de abrir un discusión nacional para FORTALECER LOS COMITEs DE CONSUMIDORES, capaces de contrapesar a los grandes productores. Más y mejor democracia económica, es parte de la respuesta.
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