Violencia y Sociedad
El viernes 23 de noviembre fue el "Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer". Lamentablemente, en los últimos días hemos tenido que lamentar y repudiar 3 nuevos femicidios, con lo que sumamos 57 en lo que va corrido del año 2007.
Los femicidios son la máxima expresión de la violencia al interior de los hogares. Mujeres, niñas y niños sufren a diario el maltrato físico y mental a manos de quienes pretenden imponer el dominio a través de la fuerza. Poner el tema en la agenda pública ha sido un primer paso, pero no es decisivo para resolver este flagelo, ya que la violencia contra la mujer excede el ámbito familiar.
Tenemos que trabajar para construir una cultura de la paz y para ello tiene que haber justicia. Sin justicia no hay paz, porque cuando la justicia no funciona, las personas comienzan a tomarla en sus propias manos.
La violencia intrafamiliar es un modelo de comportamiento aprendido por los niños y niñas y que replican cuando salen del hogar. Por lo tanto, si queremos disminuir la violencia y la delincuencia en las calles, en las escuelas o en las relaciones de la vida diaria, debemos ser capaces de terminar con las relaciones violentas al interior de los hogares.
La violencia es un problema de la sociedad, por eso, primero, hay que terminar de una vez por todas con la violencia contra la mujer y para eso, es necesario que los hombres nos hagamos cargo del machismo imperante en nuestro país.
Toda la sociedad, tiene que tomar conciencia que no es normal que un hombre le pegue a una mujer, no es normal que un hombre mate a una mujer, no es normal que le peguen a los niños so pretexto de educarlos, no es normal que resolvamos nuestras diferencias a golpes. Todo esto no es normal y tenemos que enfrentarlo.
Sólo si educamos para la paz al interior de los hogares, en el seno de la familia, seremos capaces de tener una sociedad con una mejor convivencia tan necesaria para el progreso y desarrollo de todos.
Los femicidios son la máxima expresión de la violencia al interior de los hogares. Mujeres, niñas y niños sufren a diario el maltrato físico y mental a manos de quienes pretenden imponer el dominio a través de la fuerza. Poner el tema en la agenda pública ha sido un primer paso, pero no es decisivo para resolver este flagelo, ya que la violencia contra la mujer excede el ámbito familiar.
Tenemos que trabajar para construir una cultura de la paz y para ello tiene que haber justicia. Sin justicia no hay paz, porque cuando la justicia no funciona, las personas comienzan a tomarla en sus propias manos.
La violencia intrafamiliar es un modelo de comportamiento aprendido por los niños y niñas y que replican cuando salen del hogar. Por lo tanto, si queremos disminuir la violencia y la delincuencia en las calles, en las escuelas o en las relaciones de la vida diaria, debemos ser capaces de terminar con las relaciones violentas al interior de los hogares.
La violencia es un problema de la sociedad, por eso, primero, hay que terminar de una vez por todas con la violencia contra la mujer y para eso, es necesario que los hombres nos hagamos cargo del machismo imperante en nuestro país.
Toda la sociedad, tiene que tomar conciencia que no es normal que un hombre le pegue a una mujer, no es normal que un hombre mate a una mujer, no es normal que le peguen a los niños so pretexto de educarlos, no es normal que resolvamos nuestras diferencias a golpes. Todo esto no es normal y tenemos que enfrentarlo.
Sólo si educamos para la paz al interior de los hogares, en el seno de la familia, seremos capaces de tener una sociedad con una mejor convivencia tan necesaria para el progreso y desarrollo de todos.
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